El V Festival Internacional de Cortometrajes PIÉLAGOS EN CORTO clausuró ayer su edición más numerosa e internacional en una ágil gala conducida por la carismática pareja de actores formada por Fael García y Patricia Mediavilla en la que se respiraba un ambiente de cine y alegría y en la cual conocimos los cortometrajes ganadores.
Comenzamos pues a desgranar las obras presentadas en el festival, sección a sección, y, a continuación de esta primera crónica, os dejamos el palmarés completo del mismo. ¿Coincidirán los gustos de La Llave Azul con las decisiones del jurado?
por Jesús Choya.
Panorama cántabro.
Cinco cortometrajes se presentaron en la categoría Cantabria, un espacio que busca acercar al público algunos de los cortos más representativos realizados en la comunidad y estrenados durante la temporada anterior.
Entre los cinco, que guardan un nivel considerablemente bueno, destaca Aptitudes, una sátira social de Nacho Solana que nos presenta a un "hijo de puta" que se enfrenta a una mordaz y divertida entrevista laboral. Fundamental resulta, además de un guión directo y medido, el trabajo gestual de un Agustin Ruíz que se amolda a la perfección a su personaje realizando una de las mejores interpretaciones masculinas vistas en el festival. Una notable obra cargada de humor ácido con algunos momentos apoteósicos y a la cual se la agradece que no se ande por las ramas, algo fundamental en un formato tal como éste. También muy directo es El sofá, un cortometraje de apenas cuarenta segundos dirigido por el realizador Álvaro Oliva, que funciona y provoca risas como el ingenioso y sencillo "gag" que constituye.
Las dos piezas románticas de la categoría - Eslogan, de Álvaro de la Hoz, y porsiemprejamón, de Ruth Díaz - también acaban por ser obras muy resaltables. La primera narra con encanto el romance imposible entre un personaje que habita dentro de una valla publicitaria (fantástico Sergio Mur) y una chica de carne y hueso que coge siempre el autobús en la parada situada bajo dicha valla, interpretada por Marta Hazas. El cortometraje resulta muy agradable de ver y juega estupendamente su interesante y simpática idea original. Por otro lado, la ópera prima en la dirección de la actriz Ruth Díaz funciona como perfecto complemento narrativo y estilístico a La gran familia española de Sánchez Arévalo gracias a un relato sobre el amor y la amistad (así como la mezcla y los límites de ambos), también encantador, pero algo reiterativo y con un final demasiado difuso. Lo que es innegable es que porsiemprejamón resulta una píldora cautivadora para el público y que cuenta con un estupendo Asier Etxeandía.
Las dos piezas románticas de la categoría - Eslogan, de Álvaro de la Hoz, y porsiemprejamón, de Ruth Díaz - también acaban por ser obras muy resaltables. La primera narra con encanto el romance imposible entre un personaje que habita dentro de una valla publicitaria (fantástico Sergio Mur) y una chica de carne y hueso que coge siempre el autobús en la parada situada bajo dicha valla, interpretada por Marta Hazas. El cortometraje resulta muy agradable de ver y juega estupendamente su interesante y simpática idea original. Por otro lado, la ópera prima en la dirección de la actriz Ruth Díaz funciona como perfecto complemento narrativo y estilístico a La gran familia española de Sánchez Arévalo gracias a un relato sobre el amor y la amistad (así como la mezcla y los límites de ambos), también encantador, pero algo reiterativo y con un final demasiado difuso. Lo que es innegable es que porsiemprejamón resulta una píldora cautivadora para el público y que cuenta con un estupendo Asier Etxeandía.
Más difusa aún resulta la coproducción cántabro-vasca Multiverso, de Nacho Sánchez y Guillermo Sevillano, que desperdicia una idea, relativamente, interesante con un desarrollo que para nada lo es. Tampoco ayudan demasiado las interpretaciones masculinas protagonistas, nada creíbles y completamente distantes. A destacar, la buena ejecución formal de los flashbacks que son, con mucho, lo mejor y más estimulante de uno de los cortometrajes más regulares del festival.
Panorama social.
Una de las novedades de esta edición del festival fue la creación de una categoría especial que acoge los mejores cortometrajes de temática social. "Otras miradas" fue el título original de la categoría, que responde bastante bien a la naturaleza de las propuestas proyectadas.
Cuando todo pase de Suso Imbernón y Sin respuesta de Miguel Parra fueron los dos cortometrajes de mayor interés y calidad respaldados, ambos, por dos interpretaciones femeninas de gran potencial. El primero narra con pulso pero sin prisas la historia de una madre coraje, interpretada con fuerza por una excelente María Ortega que sostiene el peso dramático del filme, que lucha por sacar a su familia adelante y cumplir las ilusiones de su hijo en un entorno de crisis económica y asfixiantes deudas. Una historia interesante y real, y una ejecución tan sencilla como directa y eficaz hacen de Cuando todo pase uno de los más valiosos documentos cinematográficos de la situación económico-social actual. En segundo lugar, la primera obra del periodista Miguel Parra sitúa a una brillante Natalia Mateo como centro de un relato austero en medios pero completamente imponente. Parra aprovecha las posibilidades artísticas y atmosféricas de utilizar angustiosos planos fijos que ayudan a la inmersión emocional del espectador en una potente historia sobre responsabilidades éticas que supone un magnífico ejemplo de que con poco puede hacerse mucho. De la situación actual nos habla también, pero con mucho menos tino, Off de Aimón Ninyerola que narra la historia de supervivencia de una familia a la cual, los acontecimientos, superan de golpe. Se trata de un filme con notables interpretaciones pero rodado y estructurado de manera torpe y lineal, y con una historia tan cruda como manida y anodina.
Las cosas que ni sabemos ni nos atrevemos a decir son el eje principal alrededor del cual se desarrolla el irónico Somos amigos. El cortometraje de Carlos Solano nos sumerge en una historia que busca indagar entre los límites de la amistad y el trabajo de forma ligera y divertida sin despreciar el fondo dramático de la misma. Felix Gómez brilla en una pieza muy entretenida de la que también cabe destacar una selección musical paradójicamente optimista y elegida a la perfección.
De amistad habla también el mexicano Diego (Sara Seligman) que sitúa al espectador en el hostil y violento terreno ya mostrado en recientes filmes como Heli o La jaula de oro. Diego es un niño que no empatiza con el pensamiento de su familia que equipara violencia con masculinidad y que, por tanto, decide guiarse por su sensibilidad aún valorando los riesgos que su acción le conllevará. Diego es un bonito cortometraje con suficiente capacidad para sensibilizar y emocionar al espectador como para resultar una de las obras más apreciables de la categoría.
También son capaces de emocionar Quiero y El mundo tan pequeñito. El primero, trabajo de final de curso del alumno de la ESCAC Bernat Gual, presenta las dificultades diarias en la vida de un niño sordociego de nacimiento y su madre, de la que es totalmente dependiente. Interpretaciones desgarradoras, una fotografía bellísima y un esperanzador giro final donde el drama más tremendista se vuelve del lado de la sensibilidad más sencilla y conmovedora hacen de Quiero un duro pero también precioso homenaje a todas aquellas madres que luchan contra viento y marea por sacar adelante a sus hijos. El mundo tan pequeñito de Emilia Ruíz es una pieza muy irregular pero, en conjunto, estimulante que propone una reflexión sobre los sueños, la vejez y la inmigración que, desgraciadamente, se tuerce en un final demasiado incoherente con lo planteado anteriormente. Pese a ese detalle, estamos ante una pieza interesante sostenida por la interpretación de una muy emocional Isabel García.
También son capaces de emocionar Quiero y El mundo tan pequeñito. El primero, trabajo de final de curso del alumno de la ESCAC Bernat Gual, presenta las dificultades diarias en la vida de un niño sordociego de nacimiento y su madre, de la que es totalmente dependiente. Interpretaciones desgarradoras, una fotografía bellísima y un esperanzador giro final donde el drama más tremendista se vuelve del lado de la sensibilidad más sencilla y conmovedora hacen de Quiero un duro pero también precioso homenaje a todas aquellas madres que luchan contra viento y marea por sacar adelante a sus hijos. El mundo tan pequeñito de Emilia Ruíz es una pieza muy irregular pero, en conjunto, estimulante que propone una reflexión sobre los sueños, la vejez y la inmigración que, desgraciadamente, se tuerce en un final demasiado incoherente con lo planteado anteriormente. Pese a ese detalle, estamos ante una pieza interesante sostenida por la interpretación de una muy emocional Isabel García.
Menos convincentes resultan las propuestas de Un lugar mejor (Moisés Romera Pérez), Baghdad Messi (Sahim Omar Kalifa) y Remanecer (Naftalí Vela). El breve trabajo de Romera Pérez se queda corto en su irónico y, eso sí, original retrato del momento que atravesamos mientras que la internacionalmente aclamada obra belga-iraquí de Omar Kalifa se descubre como un relato con tintes futboleros, maniqueo, mil veces visto y, a todas luces, decepcionante de la árida situación del país árabe. Por último, la obra de Vela resulta un ensayo demasiado críptico y dilatado sobre el poder traumático de los propios recuerdos en el que solo las interpretaciones de Asier Hornaza y Miriam Martín logran destacar.
Palmarés.
Mejor cortometraje Nacional-Internacional: Misterio de Chema García Ibarra (España)
Segundo mejor cortometraje Nacional-Internacional: Mano a mano de Ignacio Tatay (España)
Tercer mejor cortometraje Nacional-Internacional: Rojo de Carlos Alejandro M.M (Venezuela)
Mejor cortometraje Fantástico: The only man de Jos Man (España)
Segundo mejor cortometraje Fantástico: Timothy de Marc Martínez Jordán (España)
Tercer mejor cortometraje Fantástico: Monster de Piotr Ryczko (Polonia)
Mejor cortometraje Social: Baghdad Messi de Sahim Omar Kalifa (Bélgica-Iraq)
Segundo mejor cortometraje Social: Cuando todo pase de Suso Imbernón (España)
Tercer mejor cortometraje Social: Diego de Sara Seligman (México)
Mejor cortometraje Cantabria: porsiemprejamón de Ruth Díaz
Segundo mejor cortometraje Cantabria: Eslogan de Álvaro de la Hoz
Tercer mejor cortometraje Cantabria: Aptitudes de Nacho Solana
Mejor largometraje Puesta de Largo: Your lost memories de Miguel Ángel Blanca y Alejandro Marzoa
Finalista: Casting de Jorge Naranjo
Mejor actriz: Ruth Díaz por porsiemprejamón de Ruth Díaz
Finalistas: María Ortega por Cuando todo pase de Suso Imbernón (2º) y Alicia Rubio por Cristales de Juan Ferro (3º)
Mejor actor: Timothy Gibbs por The only man de Jos Man
Finalistas: Samuel Andavert por Your lost memories de Miguel Ángel Blanca y Alejandro Marzoa (2º) y Oscar Ladoire por Democracia de Borja Cobeaga (3º)
Mejor guión: Misterio de Chema García Ibarra
Finalista: Baghdad Messi de Sahim Omar Kalifa
Mención especial a la Mejor Fotografía: porsiemprejamón de Ruth Díaz
Mención especial a la Mejor Dirección: Pablo Bullejos por el filme colectivo Pixel Theory
Premio especial Valdearenas a la Interpretación: Alicia Rubio
Premio especial Valdearenas a la Distribución: Eduardo Mailuki de Mailuki Films
Premio "Uno corto y rapidito": Mar de Álvaro Oliva
Premio "Location": Rompiendo la monotonía de Eva Gómez
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