La emoción desde el desastre.

¿De qué va?

Lo Imposible cuenta la historia real de una familia (María, Henry y sus tres hijos) sacudida por la tragedia del tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004. 

¿Qué nos ofrece?

Al contrario de lo que se puede pensar, Lo Imposible no es una película de catástrofes, no busca recrear el tsunami en toda su magnitud, no es un documental.  La película de J. A. Bayona nos habla de una familia y su historia de supervivencia, de su lucha contra la adversidad. Y a pesar de ello, se nos transmite con una fuerza innegable el peso de la tragedia, los miedos, la incertidumbre... pero de manera universal, es una de las grandes virtudes del film. El mayor halago hecho a la película lo leí en un crítica negativa que comentaba que se podría cambiar a la familia protagonista por cualquier otra y la historia no se resentiría, lo cual me parece extraordinario. 

Una historia que habla de algo mayor, algo que nos une, algo que nos hace luchar, algo que está dentro de nosotros. 

Lo imposible empieza con unos 10 minutos magistrales, donde conocemos la dinámica de la familia y se ruedan algunas de las imágenes más bellas, que contrastan con la destrucción posterior. Básico, pero efectivo. 

Tras la breve introducción nos sumergimos de lleno en una de las escenas más impactantes vistas en cine. La recreación del tsunami es absolutamente impresionante. En gran parte debido al apartado sonoro.  El tsunami se oye y se siente antes de verlo. Todo lo que se pueda comentar de todo el tramo dedicado a la destrucción es poco. Te deja pegado a la butaca. No hay lugar para pensamientos, la tragedia se siente demasiado cercana. Son unos 30 minutos iniciales para la memoria. No hay imagen más expresiva que la de María agarrada a una palmera y gritando, simplemente gritando.

A partir de aquí, la supervivencia y la búsqueda. Un quiebro que no perjudica a la película. Ambas partes se sienten firmemente unidas. En este punto empiezan las más feroces críticas, hay a quien le puede parecer inverosímil, pero es curioso como la película se atañe de manera férrea al testimonio de los protagonistas reales. 

No se puede pasar por alto las interpretaciones. Naomi Watts se encuentra en uno de los papeles de su vida, y ofrece alguno de los momentos más desgarradores, y a su vez más sencillos, de la película (desde el momento en que es socorrida por los habitantes del lugar hasta esa inolvidable mirada final). Halagos que también deben dirigirse al descubrimiento de Bayona, Tom Holland, en quién recae el mayor protagonismo y que en su primer proyecto nos sacude con una interpretación sincera y sentida. Ewan McGregor, a pesar de contar con el menor tiempo en pantalla, nos brinda otra interpretación sólida y emocionante. Por último destacar la increíble dirección de actores llevada a cabo por Bayona, especialmente en el caso de los niños, y las breves pero efectivas apariciones de Marta Etura y Geraldine Chaplin.  

Ya se ha comentado que el apartado sonoro es apabullante, que luego deja paso a una banda sonora maravillosa compuesta por Fernando Velázquez, con pistas imprescindibles como "The best holiday season ever" o el tema compuesto para los créditos. 

Una película a la que debemos acercarnos sin prejuicios y sin corazas. Dejarse arrastrar por un film cuyo motor es la emoción

Sus puntos fuertes:

+ Las interpretaciones, todas. 

+ Las sensaciones, impagables. 

Sus puntos débiles: 

- Puede ser acusada de "manipuladora", término engañoso en sí mismo. 

- Que no se le de una oportunidad por considerarla comercial. 

¿Hay que verla?:

Sin duda. Mucho más que la película del momento. Con opciones a todo en los próximos Goya, y aspiraciones a entrar en algunas categoría de los Oscar, cuanto menos técnicas. 

La frase:

"Cierra los ojos y piensa en algo bonito" 

"Tengo miedo"

El momento: 

Demasiados. Destacaría la escena final en el avión, cerrando el círculo. Donde queda de manifiesto, más que en ningún otro momento, las consecuencias de lo que han vivido. Y como sus vidas han cambiado irremediablemente. Naomi Watts nos desarma con una última mirada y unas lágrimas más aterradoras que nunca. 

            La llave azul otorga a "Lo Imposible" un 9´5 de nota